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¡Pánico en la ciudad!


sagitario blues

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¡El próximo 21 o 22 de setiembre -anunció Nasa- habrá una noche de 12 horas! ¡Pánico en la ciudad!

Suelo descansar por las tardes en la plazoleta del parque de mi casa. Esta tiene un perímetro de árboles y arbustos y durante el verano la sombra le baña. Suelo tenderme en la hamaca paraguaya para balancearme mientras medito –gracias a la amplitud del vaivén- en los vericuetos de la fuerza de gravedad o -como ahora le dicen- la curvatura del espaciotiempo, o en algún otro problema real del mundo. Aprovecho esos momentos de ocio y solaz para dejar que corra libre mi mente, en pos de los caballos de la imaginación y la lógica. Es por ello que me genera tanta tirria que, justo entonces, algún mozalbete turbe la epicúrea costumbre.

En especial, hace unos meses suele plantarse sobre el cuidado césped, algunas mañanas, un gordo desmadrado de barba blanca y blanco pelo, despeinado siempre, calzado como un cosaco. Viene -ha dicho- este gordo, a preguntar esto y lo otro como si fuera yo el oráculo de Delfos o algo más que un simple y llano ATDL.

Ya que menciono mí título (ATDL) me permito una digresión:

¿Por qué los simples le prestan atención a las siglas?

¿Qué dice un título que no diga una palabra ubicada, precisa?

Mi padre, hombre culto si he conocido, contaba extrañas historias del pasado; historias en las cuales un mendigo o un común de la plebe, con una respuesta simple y concisa, ilustraba a un monarca o literato. Les dejo una sola de tantas que supo contarme por las noches:

Había un Rey que por fortuna y tierras que poseyera no era feliz.

Consultado el astrólogo de la corte, dijo este que el Rey sería feliz el día en que se calzara el sayo (camisa) de una persona feliz. Los cortesanos quisieron ser útiles, pero debido a que, como uno envidiaba aquello y el otro lo demás, debieron reconocer que, por prerrogativas que contasen, ninguno era verdaderamente feliz.

Para hallar la camisa o la cura de la infelicidad real, mandaron a sus sirvientes en busca de al menos un hombre feliz que hubiera en el reino.

Los emisarios golpeaban puerta tras puerta en las villanías y, cuando una vieja matrona o un rústico les atendían, preguntaban:

¿Es usted feliz?

Los inquiridos apenas respondían, con un gargajo, la más de las veces, que quedaba adherido al piso de tablas por su entera vida, hasta que otros microbios y bacterias de los cuales entonces nada se sabía, lo absorbieran por entero, y, otros muchos consultados, acaso ante lo disparatado de tal pregunta, vueltos de espaldas retornaban a sus infelices vidas.

Así pasaron los días y en todo el reino parecía no haber un solo hombre feliz.

Hasta que, una mañana, un emisario escuchó a alguien cantar.

La alegre cantinela provenía del establo: un herrero golpeaba el rojo hierro con su martillo. La fragua inundaba la estancia con un calor sordo y espeso. El herrero, con el torso desnudo, sudaba y cantaba por sobre los ecos del yunque.

Herrero, dijo el emisario, a quien rodeaban los heraldos, ¿tú, eres feliz?

¿Feliz? Repitió o preguntó el rústico. Y añadió: Tengo una gorda mujer que me ha dado doce hijos, y tengo trabajo con el cual como, y por las noches veo estrellas que se encienden y apagan como las chispas de mi fragua… Sí, soy un hombre feliz.

Los heraldos alzaron con júbilo sus estandartes y el emisario se dejó caer de rodillas para dar gracias: había hallado, después de tanto esfuerzo, a un hombre, en todo el reino, que era feliz. Entonces, mandó:

Herrero, pronto, para alivio de tu Rey, ¡dame tu camisa!

Y el Herrero, dijo:

¿Camisa? ¿Qué camisa? Soy tan pobre que ni camisa tengo…

En fin, historias como esta contaba mi padre cuando me llevaba a pasear por el campo, y acaso por exorcizar esas mierdas de vidas –la del herrero, su simpleza y su pobreza- en el mármol del pórtico de mi residencia he mandado grabar las queridas siglas de mi título (maldito el día que cedí a la vanagloria porque ahora de vez en vez me cae este u otro pelmazo en busca de esclarecimientos).

Sin ir más lejos, ayer sábado se apersonó el pazguato que nombré con un recorte o copia de papel en la diestra. Venía en busca de consejo, dijo, o confirmación de una noticia que un tal Diario Registrado ha echado a andar por la web. Leí el papel, sin soltar el mate, espumoso, que acababa de cebarme la criada, y, por encima de los espejuelos, le dije:

¿Mocito, y por esto viene usted desde Bigland?

Bigland es una localidad del sur Santafecino -hogar de este pobre tipo- donde dice que da clases de Astrología y Juego de la Oca. Es tierra bárbara -como todo el interior-, y si hay en Capital quién conozca este pueblucho es solo por ciertos Conciliábulos que año a año aúnan gentes de muy dudosa calaña.

Paso a detallarles lo que leí, antes de soltar el mate -espumoso, el mate- en cuyas burbujas vi mi rostro repetido, y recordé esas figuras de multiverso, tal como lo describen algunos físicos o embusteros:

El cielo se oscurecerá al finalizar la tarde el próximo 24 de agosto y permanecerá así durante cuatro días. Este extraño fenómeno natural sucede cada 26.000 años y es denominado como el “eclipse galáctico”.

Bien, ya aquí me anoto con 3 o 4 gansadas: ¿…el cielo oscurecerá…?

El cielo…, el espacio…, no se sabe, el autor de la nota es tan impreciso como tonto:

El cielo, el espacio, no oscurece ni brilla a nuestro derredor (el espacio es oscuro para el concepto humano, aunque por supuesto brilla a algunos grados kelvin); lo que deja de haber por las noches es dispersión de la luz del sol en la región de atmósfera que cae bajo la sombra de la Tierra (noches, es decir, sobre determinadas longitudes geográficas -es claro que el autor no entiende un bledo sobre astronomía, geografía y física).

Además,…oscurecerá por la tarde del 24… Se ve que el autor olvida que permanentemente está oscureciendo/amaneciendo sobre la Tierra, y que cuando alguien dice: ya oscurece, es porque se refiere a su único y sucio ombligo, parado sobre una determinada longitud. Quiero decir, nunca podría el espacio oscurecerse en la tarde de ningún día, pues el espacio no está referido a la rotación terrestre.

Por último: extraño fenómeno natural… la reiteración permite el énfasis (truco característico de los timadores de la palabra, tales son los curas, los pastores, los políticos, los enamorados y ciertos divulgadores de la ciencia, pero cierra con una contradicción en absurdo: extraño-natural. Si es extraño, no puede ser natural.

Sigue la nota absurda:

Existe una explicación científica y coherente que incluso ya fue avalada por la NASA y que varios expertos han tratado de explicar de la forma más simple, con el objetivo de que todos entiendan para que no se genere pánico alguno. “Al pasar nuestro sistema solar frente a la brecha oscura de la galaxia, probablemente esta brecha absorbería todos los fotones y al estar el sol entre la Tierra y esta brecha oscura, evidentemente la luz del sol no llegaría a la Tierra”.

En la explicación científica indican que solo dejaría de llegar luz a la Tierra, ya que el calor sí se sentiría, lo que significa que no habrá cambios climáticos que puedan afectar la vida como la conocemos. El objetivo es entregar una ilustración científica y evitar así que se generalicen otras teorías que pueden inducir al pánico.

Ah, ah, ah. Qué serie de sandeces: Explicación científica y coherente, jajajaja. Brecha oscura de la galaxia… Jummm, delicioso. Y, esta otra, perfecta estupidez: esta brecha absorbería todos los fotones, pero seguiría llegando calor a la Tierra… Jajajajaja, digo yo, el calor, a la tierra, a través del espacio, ¿por medio de qué mierda llega si no gracias a fotones? Qué dislate. El calor puede transmitirse por medio de conducción en el mango de una fuente, o en la pinza del herrero del cuento; puede también transmitirse por convección en el agua dentro de la pava que alimenta mis mates filosóficos (los mates, si para algo sirven, es para inclinar al hombre hacia la filosofía, pues la gestualidad del rostro al sorber por la bombilla solo puede indicar introspección, pensamiento, análisis de las cosas más importantes de la vida). Por último, señores míos, el color solo puede trasmitirse por radiación. En el espacio, el calor del sol llega a la Tierra por este último y genial modo que inventó Dios, que descubrió Herschel y que cifró Maxwell. Y la radiación existe allí donde los fotones median, donde las ondas electromagnéticas corren, el vacío, amigos. De modo que, decir: absorbería los fotones pero seguiría llegando calor es la estolidez más descarada que haya leído, después del Patoruzito.

Para las personas más espirituales que creen en fenómenos paranormales, lo que sucederá es otra cosa: “La Tierra descansará en un profundo sueño de 96 horas a la espera de un nuevo sol”. Por otro lado, algunos dicen que es el inicio del fin del mundo por todos los males que ha causado el hombre a la Tierra, el llamado a la preservación de los recursos naturales.

De todas maneras, la NASA había asegurado que esto ocurriría el 21 de diciembre de 2014, pero como no sucedió nada, luego lo desmintieron. ¿Será verdad esta vez?

Bueno, genial, en el último párrafo el maldito diario inregistrado, o registrado como lo peor que figure en la maldita red, se cubre con un matiz de duda. La Tierra descansará… el día en que estas estupideces dejen de circular por aquí.

Les cuento que este gordo que cayó ayer a casa no fue el único ignaro que me molestó con semejante patraña. En diciembre pasado, como bien cierra el infeliz periodista, se corrió la misma noticia, de modo que muchos vecinos, al verme caminar bajo los plátanos de la ciudad, acudieron a mi sapiencia:

Maestro, maestro, imploraban, ¿Es cierto que vendrá la noche de los cuatro días? Y yo, Estúpidos, noche de cuatro días, ¿no ven acaso que es una contradicción? ¿Cómo va a haber una noche de días?

Uno perdonaría esta pregunta si la que inquiriera fuera una abuelita que en toda su maldita vida solo ha tejido crochet para los infinitos nietos que le dio vaya a saber quién o quiénes, que uno jamás puede imaginar a esas viejas chismosas jóvenes, y habiendo tenido sexo alguna vez como para que después puedan haber parido hijas que al fin las inundaran de mocosos nietos, cómo no sean estas hijas suyas ¡hijas del espíritu santo!

Asimismo, uno comprendería esas cuitas en la sucia boca de la gorda esposa de ese herrero sudoroso, apestoso y maloliente, herrero que no tuvo ni para un sayo y a quienes los heraldos debieron haber cosido a lanzazos por no haber ayudado o socorrido al Rey…

Pero que técnicos electromecánicos me detuvieran en las vinerías y en las ventas de libros usados, y en las charlas que suelo ofrecer por caridad, y que me plantearan la misma cosa... ¡Ahhhgg! ¡Tirria, ven a mí!

Amigos, espero haber aclarado en algo la cuestión. Me quedaron algunos hilos sueltos, por supuesto, porque soy hombre vehemente y sé que eso no es virtud, pues mal aconseja. Olvidé citar, por ejemplo, que “esta brecha oscura solo nos oscurece cuatro días cada 26.000 años…” es decir, habría experiencia o medida de una brecha oscura que absorbe fotones cada cierto intervalo dado… y… pregunto, si absorbe fotones, esa brecha… ¿cómo diablos supieron de ella? No me detendré en ese extraño pero natural fenómeno físico de absorber pero no atraer. Si tal brecha absorbetiva existiera, ¿no absorbertría en realidad a los fotones, y con ellos al entero sol con su sistema solar y todo? Por último, “eclipse galáctico…” el sol da una vuelta a la galaxia en 200 millones de años y no en 26.000. La única cifra que se aproxima a esta es la del periodo de precesión, el cual es de 25.700 años y chirolas.

En fin, amigos, amigas, les dejo esta simple nota y ¡que se calce el sayo aquél al que le quepa!

:loco

Doctor Blues.

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jaja! muy bueno!!

Si, el lenguaje científico del sujeto de la NASA es espectacular. Que sería esta misteriosa "brecha oscura" de la que habla? Se vé que no quisieron dar muchos detalles, habría que suponer que es una nebulosa oscura? :P

Tantas interrogantes, no? :P

Si fuera digamos una nebulosa oscura, no estaría girando como nosotros alrrededor del nucleo galáctico? Sería incluso posible que nos interceptara de alguna manera? Tan chica era la nebulosa que se metía "entre el sol y la tierra"? (bah, supongo que eso quisieron decir, porque en realidad lo que escribieron es: "y al estar el sol entre la Tierra y esta brecha oscura", o sea que no pasaba nada, porque la brecha estaba del otro lado del sol, y el sol estaba mas cercano a la tierra que la "brecha" :lol:).

Fernando

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jaja, qué manera de irse por todos lados... entretenido como siempre.

en el mármol del pórtico de mi residencia he mandado grabar las queridas siglas de mi título (maldito el día que cedí a la vanagloria porque ahora de vez en vez me cae este u otro pelmazo en busca de esclarecimientos
:mrgreen:
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Muy bien dicho, Dr. Blues. Te dedico este extracto de un poema de Quevedo que me ha venido a la memoria mientras leía el cuento del rey y el herrero.

iOh coronas, oh cetros imperiales,

que fuisteis en monarcas diferentes,

breve lisonja de soberbias frentes,

y rica adulación de los metales!

El tiempo examinó sus monarquías,

y yacen, poco peso, en urnas frías,

y visten, ved la edad cuánto ha podido,

sus huesos polvo, y su memoria olvido.

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Buen relato, interesante, pero en este párrafo:

Por último: extraño fenómeno natural… la reiteración permite el énfasis (truco característico de los timadores de la palabra, tales son los curas, los pastores, los políticos, los enamorados y ciertos divulgadores de la ciencia, pero cierra con una contradicción en absurdo: extraño-natural. Si es extraño, no puede ser natural

Se te olvidaron: las “verdades reveladas”… que afirman cosas como “el sol se paro para que durara mas el dia…” que están en idéntica afirmación que “la brecha oscura…” la diferencia es que llegaron antes, y a quienes dudaban los quemaban… y todavía hay “condenas” para quienes se atreven a comentarlo…

Saludos.

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¡Tremendo! Estoy pensando en hacer las maletas y largarme a ese paraiso interior ....... lo que me echa para atrás es que no hay noche ni estrellas..... ¿O también hay estrellas dentro de la Tierra hueca?

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