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Amor a primera luz


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Sábado por la noche. Siempre lo mismo, como un ciclo repetitivo y casi rayando los límites con el aburrimiento y la dejadez (tv, música internet, caminata etc.) Salí obligado al patio, único lugar en donde me encuentro conmigo mismo. Y me puse a testear el cielo. Sin ganas, claro. Sin buscar nada en especial, solo mirar y pensar, pensar y mirar en una contemplación casi mecánica y algo autista. De pronto, me doy cuenta que los puntitos allá en el cielo me hablaban suavemente, casi susurrando. Pero mi indolencia casi se interpuso entre el dulce sonido de las estrellas y el vacío interior que aunque pareciera paradójico lo llenaba todo dentro de mí. Decían en su lenguaje de luz y colores que sí; valía la pena salir a observar un rato, que se sentían solas allá arriba y querían que yo las acompañara un momento y las sacara de su monótono andar por el espacio frio y desolador. No tengo más que contarles que me sedujo la proposición y al momento del flechazo ya me tenían enredado entre sus brazos celestiales. Esas miles de amantes nocturnas con sus flashes iluminaron mi corazón y no pude más que decirles que si rotundamente. Al fin y al cabo, Amateur significa “amante” en francés.

Ahora, una cuestión importante se hizo presente en esta extraña situación. ¿Cómo querrían las bellas estrellas que las observara? Me debatía entre el telescopio y los binoculares, el primero, daría vistas más detalladas pero abarcaría menos campo. El segundo, daría grandes ventanas al cielo y detalles en conjunto que serían más abrumadores. Pero, como se imaginaran, por respeto a las damas, la vista seria en conjunto, o sea, campos amplios y abarcadores.

Por lo que fui corriendo a buscar los Binoculares Duoptic 20x80 y sus 3,7° sería suficiente para empezar el idilio nocturno. También, una reposera y un block de notas junto a una linterna roja y todo estaba listo para el esperado encuentro.

REPORTE:

Qué raro me sentí al elevar los binoculares hacia las zonas más llamativas de la Vía Láctea. Solo en el patio y el silencio nocturno, con algún que otro sonido de lejanos autos, que lograban desconcentrarme momentáneamente, parecía un fisgón trastornado mirando desde un edificio a otro en medio de la oscuridad! Frente a mí, alto ya en el cielo (eran las 2 de la madrugada) estaba una gran Constelación, imponente!, casi desafiando al pueblo desde las alturas y sus motivos tiene, varios de los objetos más hermosos yacen dentro de sus márgenes y ese mismo susurro que me habló al oído me volvió a decir “ empieza por allí, no te arrepentirás”. Entonces alce los Binoculares y el campo más grandioso jamás visto por mis cansados ojos, se abrió delante! De mi, una verdadera ventana llena de colores y glamour.

NGC5139:

O mejor conocido con su nombre artístico Omega centauri. Sus 55 minutos de arco flotaban en los 3,7° con una presencia casi en 3D! Quedé literalmente prendido, embobado no sé qué expresión usar, pero fue una verdadera cachetada al rostro. Los márgenes casi resueltos (por no decir resueltos) y un centro embebido de miles o millones de estrellas todas apretadas y casi asfixiadas en un color blancuzco, contra un fondo negro y muchas otras estrellas en los alrededores de diferente tamaños y el globular yace dentro de un triángulo ( en el borde izquierdo creo) encerrándola. A la derecha del campo. 6 estrellas de sexta magnitud forman una especie de hoz señalando al globular y dando una imagen de extraña belleza! Quedé un largo rato mirándola, tratando de entender y contextualizar todo el campo, cada puntito dentro de los 3,7° tenía su historia que contar de lejanía, lucha contra la gravedad y la infaltable ansias por hacerse notar y querer para con aquellos que las mirasen desde cientos de años luz, ¡ qué misterio para mí!.

NGC5286:

Magnitud 7,4. Tamaño angular 11´. Pegada si, muy pegada a una brillante estrella catalogada como TYC 08274-2554-1 y según dicen de un tipo espectral G8/K0III algo así como su identificación sanguínea y con una voluntad de brillar en magnitud 4,6 y además, le añaden una distancia de 17 años luz!, para que la pobre le cueste más competir con sus vecinas.

De lo exuberante a lo mínimo en un abrir y cerrar de ojos. ¡Cuanto campo para una vista minúscula!. Cúmulo globular y estrella flotan pegadas en medio de la oscuridad como abrazadas de miedo por quien sabe qué susto mayúsculo hayan tenido en un pasado lejano! La estrella rojiza y el globular gris oscuro se definen bien. El globular muestra un centro luminoso y bordes borrosos, todo el campo es inquietante y da una sensación de contraste, una estrella es más luminosa que la mancha a su lado, cuando es al revés, pero la perspectiva y la distancia son las que mandan y dominan todo en esta ilusión óptica celestial.

NGC5128:

magnitud visual 6,6. Tamaño 25.7’x20.0’. Bautizada en los libros del cielo como Centauro A. Es una galaxia diferente esta noche. Su característica banda oscura no se distingue, Regulo mejor los Binoculares, pero es lo mismo, una gran mancha blanquecina alargada y con varias estrellas cruzándola por delante, pero, vislumbro una cerca del centro que recuerdo haberla vista con el telescopio. Sus 14 millones de años luz me quieren ocultar detalles, no importa, la magia está en visualizarla. ! Qué cosa tan rara ¡esta radio galaxia, se esconde entre las sombras pero no se enteró que ya sabemos todo sobre ella y aunque sea tímida esta noche, luce hermosa y atrayente en su coquetería del sí y él no te “muestro” propio del flirteo en medio de una noche llena de testigos que podrían contarle a sus amigas de sus intenciones no reveladas.

NGC4945:

Magnitud visual 8,6. Tamaño 20´ x 3,8´. Mis oídos, esperaban oír la suave voz que me dijera a qué nueva maravilla observar y no se dejó esperar. Al ratito me dijo, “mira para las estrellas xi2 y xi 1 centauri y te enamoraras”. Al levantar los Binoculares a esa parte del cielo, presentí que podría tratarse de esta joya del espacio profundo, pero no esperaba la sorpresa que vendría.

Por debajo de xi 1, veo una niebla fantasmal, casi al límite de la visión, la magnitud de xi 1 es de casi 5 y la de xi 2 de 4 y monedas. La cosa magnifica es que no lograron tapar el brillo superficial de esta galaxia que es de 12,8!. Y aun así, se las ingenió para revelarse a mis incrédulos primaticos! En un cielo que no pasaba la 5 magnitude a ojo desnudo, No lo podía creer!. Se hizo presente y no esquivó la cita. Larga, grisácea, centro algo más sobresaliente y sus 14 millones de años luz simplemente me hechizó. Es una de esas galaxias a la que uno esperaría verla con un refractor de 7cm en buenas condiciones de cielo, pero no, en unos Binoculares de 20x 80 en cielos polucionados pero la realidad es que si se puede y fue una vista maravillosa. Era como estar mirando a la propia hermana gemela de la Vía Láctea desde un cómodo sillón ¡. Esas tres estrellas escudando a NGC4945 y las más débiles de fondo, hacen de la vista algo inolvidable. Es ver lo enorme a todas las escalas posibles encerradas en un equipo óptico y en un patio de una casa más en un pueblo entre miles.

Demás está decir que el metejón fue fuerte y la noche supo arrullarme en sus brazos con candor y la despedida como toda despedida entre dos amantes fue larga. Solo la Luna, (Celosa ella) derramó su luz para que nos despidiéramos con más prontitud y lo logró. Pero esa noche no la olvidaré así nomás, dejo huellas y de las que se graban en el corazón y esas no se borran jamás.

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Hola Fabián

Qué bonito relatato y como afirmaron antes bastante poético. Muy notable la observación de galaxias de Centauro con binoculares. Todavía me acuerdo del reporte de Fornax que fue buenísimo. Nos debés el de Virgo para dentro de un tiempo...

Saludos

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Muy bueno el reporte, y que manera extraordinaria de presentarlo. Realmente leerlo fue como haber visto a través de esos binos!

Abrazos,

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Es verdad, que manera de presentarlo!!, excelente..........

Gracias nuevamente por el relato tan ameno e interesante!

Saludos

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CLAP CLAP CLAP!!! :locotirador Una cacería con poema. Pucha como rinde el bino. Lo que debe ser en un cielo rural :loco

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