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Conjunción de Saturno a 1.5° Norte de Mercurio

 

Dos astros están en conjunción cuando observados desde un tercero (generalmente la Tierra) se hallan en la misma longitud celeste. Como la latitud celeste puede ser diferente los astros se aproximan mucho en el cielo, aunque no coinciden, pasando uno por encima del otro. La conjunción es uno de los principales aspectos de los planetas. También es aplicable a cualquier objeto celeste que esté ubicado próximo visualmente a otro.

 

La Luna se halla en conjunción con el Sol cuando pasa entre este y la Tierra, es decir en la Luna nueva. Si las latitudes no son muy diferentes, es decir si la Luna está cerca de los nodos de su órbita, ocurrirá un eclipse de sol.

 

Los planetas interiores (Mercurio y Venus) se hallan en conjunción inferior cuando pasan entre el Sol y la Tierra; entonces el planeta se encuentra a la mínima distancia de la Tierra y nos presenta su mayor diámetro y su cara no iluminada. Si los planetas tienen una latitud pequeña (están cerca de la eclíptica o cerca del nodo de su órbita) entonces puede ocurrir un tránsito de estos planetas por el disco solar. Los planetas interiores están en conjunción superior cuando es el Sol el que se halla situado entre ellos y nuestro planeta. Están entonces a la máxima distancia de la Tierra y presentan su diámetro más pequeño y su cara totalmente iluminada. Son difíciles de observar porque al hallarse cerca del Sol salen y se ponen con él.

 

Los planetas exteriores a la órbita de la Tierra (el resto) sólo pueden hallarse en conjunción superior, que se denomina simplemente conjunción, pues el planeta no puede pasar entre el Sol y la Tierra. No debe confundirse con oposición, que es cuando la Tierra pasa entre el Sol y el planeta exterior.

Astronomia Definición

La astronomía es la ciencia que estudia los cuerpos celestes del universo, incluidos las estrellas, los planetas, sus satélites naturales, los asteroides, cometas y meteoroides, la materia interestelar, las nebulosas, la materia oscura, las galaxias y demás; por lo que también estudia los fenómenos astronómicos ligados a ellos, como las supernovas, los cuásares, los púlsares, la radiación cósmica de fondo, los agujeros negros, entre otros, así como las leyes naturales que las rigen. La astronomía, asimismo, abarca el estudio del origen, desarrollo y destino final del Universo en su conjunto mediante la cosmología, y se relaciona con la física a través de la astrofísica, la química con la astroquímica y la biología con la astrobiología.

 

Su registro y la investigación de su origen viene a partir de la información que llega de ellos a través de la radiación electromagnética o de cualquier otro medio. La mayoría de la información usada por los astrónomos es recogida por la observación remota, aunque se ha conseguido reproducir, en algunos casos, en laboratorio, la ejecución de fenómenos celestes, como, por ejemplo, la química molecular del medio interestelar. Es una de las pocas ciencias en las que los aficionados aún pueden desempeñar un papel activo, especialmente sobre el descubrimiento y seguimiento de fenómenos como curvas de luz de estrellas variables, descubrimiento de asteroides y cometas, etc.

La astronomía ha estado ligada al ser humano desde la antigüedad y todas las civilizaciones han tenido contacto con esta ciencia. Personajes como Aristóteles, Tales de Mileto, Anaxágoras, Aristarco de Samos, Hiparco de Nicea, Claudio Ptolomeo, Hipatia de Alejandría, Nicolás Copérnico, Tycho Brahe, Johannes Kepler, Galileo Galilei, Christiaan Huygens o Edmund Halley han sido algunos de sus cultivadores. La metodología científica de este campo empezó a desarrollarse a mediados del siglo XVII. Un factor clave fue la introducción del telescopio por Galileo Galilei, que permitió examinar el cielo de la noche más detalladamente. El tratamiento matemático de la Astronomía comenzó con el desarrollo de la mecánica celeste y con las leyes de gravitación por Isaac Newton, aunque ya había sido puesto en marcha por el trabajo anterior de astrónomos como Johannes Kepler. Hacia el siglo XIX, la Astronomía se había desarrollado como una ciencia formal, con la introducción de instrumentos tales como el espectroscopio y la fotografía, que permitieron la continua mejora de telescopios y la creación de observatorios profesionales.

 

La palabra astronomía proviene del latín astrŏnŏmĭa /astronomía/ y esta del griego ἀστρονομία /astronomía/. Está compuesta por las palabras άστρον /ástron/ 'estrellas', que a su vez viene de ἀστῆρ /astḗr/ 'estrella', 'constelación', y νόμος /nómos/ 'regla', 'norma', 'orden'.

El lexema ἀστῆρ /astḗr/ está vinculado con las raíces protoindoeuropeas *ster~/*~stel (sust.) 'estrella' presente en la palabra castiza «estrella» que llega desde la latina «stella». También puede vérsele en: astrología, asteroide, asterisco, desastre, desastroso y muchas otras.

El lexema ~νομία /nomíā/ 'regulación', 'legislación'; viene de νέμω /némoo/ 'contar', 'asignar', 'tomar', 'distribuir', 'repartir según las normas' y está vinculado a la raíz indoeuropea *nem~ 'contar', 'asignar', 'tomar', distribuir'; más el lexema ~ία /~íā/ 'acción', 'cualidad'. Puede vérsela en: dasonomía, macrotaxonomía, tafonomía y taxonomía.

Etimológicamente hablando la astronomía es la ciencia que trata de la magnitud, medida y movimiento de los cuerpos celestes.